Hoy me he levantado muy Up, he subido la persiana de mi
habitación y no sé por qué ha venido a
mi mente esa preciosa casita colgada de
miles de globos de colores. Entonces he recordado lo dulce y delicada que es
esa película, lo que me emocionaron esos escasos 5 minutos donde se resume la
historia de amor de Carl y Ellie, desde que se conocen siendo unos niños hasta
la más tierna vejez. 5 minutos sin palabras que te llenan de una mezcla de
alegría, nostalgia y tristeza. Ya lo decía Mario Benedetti:
"Cinco minutos bastan para soñar toda una vida, así de relativo es
el tiempo"
Lo precioso de esta historia es ver cómo a pesar de las
dificultades y contratiempos de la vida ellos siguen unidos haciendo frente a
todo. Conmueve ver cómo envejecen juntos y cuidan el uno del otro. ¿Quién no ha
deseado eso para su vida? Porque me diréis que no pero envejecer junto a la
persona que amas ( y te ama) tiene que ser lo más bonito del mundo.
Mi conclusión es que no hay historia feliz que no conlleve
dolor y sacrificio, pero al final todo vale la pena. Up nos da una auténtica
lección de amor.
Imposible no
emocionarse al verla.
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